La crisis económica del país crecía y la gente desconfiaba en el gobierno. En ese momento, Argentina eligió a un líder político para encargarle todas las reponsabilidades de lo que estaba pasando. Así el actual presidente Kirchner, siendo electo como el candidato menos odiado, debió enfrentar una situación política y social muy difícil. Entonces, para reconstruir la dignidad y el poder del gobierno que ya habían caído, necesitaba algunas soluciones rápidas que sirvieran como punto de partidas hacia el cambio. Bajo el título “La guerra contra la corrupción”, con el Gabinete nuevo, echó a muchos políticos, jefes militares y policiales y hasta a los jueces.
La política de Kirchner inició, entonces, dirigiéndose a los temas de agenda de los medios que reflejaba la demanda del pueblo. La “caprichosa” negociación con el FMI, la solución en contra de los acreedores, la retención de la importación desde Brasil, etc. ayudaron a construir la imagen de un presidente que trabaja seriamente para el bien de su pueblo. Así también, trató de acomodar las relaciones con los trabajadores, los líderes religiosos y los piqueteros aunque no podemos asegurar su bienestar.
Además, con la participación de varios actos donde ha dado muchos discursos, ha podido lograr que todos, en cierta medida, lo consideren como un líder, capaz de manejar el país. Poniéndose del lado del pueblo, trató de crear la esperanza hacia el futuro. Criticó al gobierno del pasado acusando a aquellos corruptos, responsables de la situación del país.
Entonces, estas imagenes del presidente construidas por los medios de comunicación son analizadas por los propios medios y se lleva un nombre como “Estilo K”. Como hemos visto, se refiere a aquellas características de política de Kirchner : ágil y sensible con la opinión pública y duro e indolente con la corrupción.
Las decisiones tomadas por este estilo tienden ser más conveniente posible para el momento aunque en algunos casos favorecían sólo a la minoría. Y en cuanto a relaciones exteriores se nota un fuerte nacionalismo.
También el estilo K revela en los discursos su futurismo positivo. Si bien las situcaciones económica y política parecen estar en decadencia, Kirchner no deja de ser un hombre que mira hacia el futuro. Es cierto que Argentina, en los últimos años, ha vivido una decadencia institucional y el presidente también lo admite incluyendo a si mismo, pero a su vez sale a invocar a todo el pueblo para que todos sean protagonistas de cambio social.
De esta manera, el estilo K, como una estrategia política, ha mostrado su poder manteniendo un porcentaje alto de imagen positiva aún estos dias. Y parece que este estilo no tiene ninguna oposición manifiesta. Pero por otra parte, no hay que descartar aquellas críticas que se preocupan por la caída del estilo K en un mero populismo.
Fuente de la foto: www.blog.argentine-news.com
2 comentarios:
interesante tu analisis sobre el mandato Kirchner ... mas alla de la eficacia de su politica, esta claro que hizo y hace un esfuerzo por restablecer las bases institucionales y la confianza social para con los gobernantes. Creo que este intento de superar la crisis de gobernabilidad merece ser destacado. Ahora bien, tambien es muy cierto que queda un largo camino por recorrer si se desea llegar a buen puerto ... Es menester que exista una teleologia politica comun a fin de poder mantener un crecimiento sostenido y sustentable que tanto preconizan los politicos ... y ni que hablar de la colaboracion por parte de la sociedad argentina ...
Estoy totalmente de acuerdo. Es un proceso largo. Espero que todos seamos pacientes con el gobierno. Tampoco hablo de que toleremos las corrupciones. Hagamos las cosas como corresponde, cada uno en su lugar, poniendo todo el esfuerzo. Tenemos ideas, capacidades y futuro. Vamos Argentina!!
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